Tu rutina de práctica podría estar perjudicando tu juego
Por qué hacer lo mismo todos los días podría empeorar tu situación y no mejorarla.
Muchos jugadores de billar creen que la constancia en la práctica garantiza la mejora. Al fin y al cabo, si pasas horas en la mesa cada semana, deberías estar mejorando, ¿verdad? No necesariamente. De hecho, tu rutina actual podría estar reforzando malos hábitos, limitando tu progreso o incluso empeorando tu rendimiento con el tiempo.
1. La trampa de la comodidad
Todos tenemos nuestros ejercicios o tiros favoritos, cosas que sabemos que podemos ejecutar bien. Pero quedarse en esa zona de confort puede ser peligroso. Repetir los mismos patrones fáciles una y otra vez puede parecer productivo, pero no supone un reto para la mente ni para el cuerpo. Mejorar requiere incomodidad. Si nunca fallas en los entrenamientos, no estás superando tus límites.
2. Sin objetivos claros = sin ganancias claras
Un problema común con las rutinas de práctica es la falta de objetivos específicos. Practicar sin un plan es como ir al gimnasio sin saber qué músculos quieres entrenar. Establece objetivos: embocar 10 tiros de esquina consecutivos, ejecutar un rack sin errores de posición o dominar un safety. Los objetivos medibles ayudan a monitorear el progreso y orientan tus sesiones.
3. Repetición sin corrección
La repetición solo es útil para corregir errores. Practicar el mismo tiro posicional cien veces y cometer el mismo error solo profundiza el mal hábito. Usa grabaciones de video, aplicaciones o incluso un cuaderno para reflexionar sobre lo que salió mal y hacer ajustes.
4. Entrenar demasiado las cosas equivocadas
Muchos jugadores se obsesionan con embocar las bolas, pero descuidan el control de la bola blanca, la seguridad y el juego mental. Una rutina completa incluye:
Realización de disparos
Juego de posición
simulacros de seguridad
Tiros de quiebre
Simulaciones de presión
Reinicios mentales
Una rutina desequilibrada puede llevar a debilidades visibles en el juego real.
5. La práctica no imita el juego real
Si tu rutina es demasiado rígida, no te preparará para la variabilidad del mundo real. Intenta incorporar elementos similares a los de un partido: ejercicios de carrera a 3, límites de tiempo o tiros de presión con penalizaciones. Practicar bajo "presión falsa" te ayuda a adaptarte más rápido cuando realmente importa.
Pensamiento final
Practicar no se trata de hacer más, sino de hacerlo mejor. Si te has estancado, quizá tu rutina ya no te ayude a alcanzar tus objetivos. Hazla más inteligente, no más larga. Tu yo del futuro te lo agradecerá.